Los escenarios del mundo del marketing hoy han cambiado. Eso nadie lo puede negar. El marketing ha evolucionado, porque la tecnología y la comunicación ha repotenciado la
competencia y el dinamismo del mercado. El marketing mix seguirá siendo el mismo, sin embargo también trae una evolución.
A pesar que el concepto del Branding nació en los inicios de la revolución industrial, esta
revolución se originó durante un período histórico en el que se generaron
transformaciones socios económicos, tecnológicos y culturales. La economía cambió del
trabajo manual al trabajo industrial.
No estamos en la era industrial para solo empujar el producto, estamos frente a un
mercado que tiene muchos productos parecidos entre sí dentro de una misma categoría
de mercado. Estamos frente a un mercado que demanda más y sobre todo exige experiencias de marca. Experiencias donde la estrategia de marca se ejecute. Es decir, experiencias de mejor atención al cliente, de productos innovadores que sean eco-amigables, de corporaciones más responsables con el medio ambiente y sobre todo, de marcas que tengan una promesa de valor interesante para las personas.
¿Por qué se da este cambio?
La respuesta es simple. Tecnología e innovación. Desde que las personas hoy, tienen el poder de la influencia a través de los canales digitales, las empresas deben orientarse al cliente aumentando la demanda del producto.
Esta gestión es una acción del Branding digital, donde la creación, construcción y empoderamiento de la marca lo hace posible en función al objetivo de empujar la demanda por medio de un contenido estratégico de valor de imagen corporativa y donde la tecnología abre nuevos escenarios de comunicación interactiva. Las personas no buscan marcas que hablen del producto. Las personas no buscan productos, compran experiencias de marcas.
Están esperando saber también del origen del producto, cómo opera la empresa, qué valores tiene, como se hace responsable de la calidad del producto, como es la cultura de la empresa y como los trabajadores viven esa cultura. Y esto en los negocios se llama estrategia, la definición de una postura única y diferente que le abre al negocio un cambio diferenciado.
El 70% de las personas que trabajen en una empresa no tienen claro qué es estrategia.
¿Por qué?
Porque entre lo urgente e importante no hay tiempo para planear ni ejecutar.
Sin embargo, la verdadera estrategia se ejecuta con las personas en la fábrica, se vive en la tienda frente al cliente, se comunica en el ambiente del punto de venta, restaurante o supermercado, y también se siente en la comunicación digital de la marca. Este es el valor del Branding Digital, que se despliega en comunicación Corporativa, comunicación competitiva y comunicación humana social. No hay verdadera gestión de marca sin planeación estratégica alineado al factor diferencial del negocio.
«No hay verdadera experiencia de marca si no es con el uso de la tecnología y la innovación que abre los nuevos escenarios de la conectividad.»