En una economía hipercompetitiva, con muchos productos parecidos entre
sí, y con cada vez más consumidores mejor informados frente a múltiples
opciones, una empresa sólo puede ganar si mejora constamente su
proceso de entrega de valor. ¿Qué es el Valor dentro de los negocios?
Valor en los negocios es dinero.
Bien sabemos que el objetivo de cualquier negocio es rentabilizarlo. Es
decir ganar dinero. Sin embargo, para tener rentabilidad en los negocios, es
decir liquidez fija y ganancias a mediano o largo plazo, como utilidades, es
indispensable crecer y madurar. Para desarrollar el negocio la entrega del
valor de manera sostenida orientado siempre al entendimiento del cliente
para fidelizarlo es un enfoque clave.
La marca, como activo de valor intangible del negocio, si es bien
gestionada crea posicionamiento pero también lealtad.
En ese sentido, todos los negocios o empresas, necesitan de una
planificación estratégica anual, del negocio, como de la marca. Para el
desarrollo y crecimiento interno o externo de la compañía como vigencia en
el mercado, el comunicar el valor del producto al cliente, se ve reflejado por
la recordación hacia la marca, ya sea por la buena imagen que tenga del
producto o de la compañía, del prestigio que tiene en el mercado, de su
constante vocación para mantener y mejorar la calidad. La marca
rentabiliza el negocio a más.
Toda esta gestión que se construye en el tiempo, le favorece más
beneficios al negocio. Por ende, el cliente sí estará dispuesto a pagar más.
El impacto de no invertir en la marca haría que retrocedamos en el ciclo de
vida del negocio; es decir, sería como empezar de nuevo, tal vez con cierta
imagen de reconocimiento del productor o comerciante, pero sin el soporte
de la marca.
Para empezar a desarrollar una planeación estratégica de marketing se
debe empezar por: Segmentación, direccionamiento, posicionamiento”
(SDP) esta es la esencia del marketing estratégico. El competidor
inteligente debe diseñar y entregar ofertas para mercados meta (mercados
objetivos) bien definidos. En esta primera fase, el marketing debe
determinar las características específicas del producto, el mercado que
atenderá, su precio y su distribución. Esta es la tarea del marketing.

La segunda fase es proveer el valor y acá viene el trabajo del Branding. No se puede crear, desarrollar o dar valor sin antes saber a qué mercado vamos a atender y con qué producto. Para el Branding por ejemplo, es indispensable conocer cómo el usuario consumirá el producto, conocer la oferta, qué beneficios podría valorar unos más que otros y desarrollar esa estrategia de precio de acuerdo al TIER es propio del marketing (Brand Building).

La tercera fase es comunicar el valor por medio de la fuerza de ventas, Internet, publicidad y cualquier otra herramienta de comunicación para anunciar y promover el producto. Acá entra la labor del Branding digital.

Desde el enfoque del Marketing 4.0, que es la mercadotecnia que vivimos hoy en día, Kotler menciona que el valor está en las compañías que pasen de lo tradicional a lo digital. Donde la marca es el mejor puente de construcción de la percepción humana con respecto al valor del cliente. Por eso para Human Branding, las marcas que inviertan en #BrandingDigital jamás será gasto, el contenido que se desprende una estrategia que elaboramos para la marca del cliente, será su mejor escudo de valor ante cualquier marca de la competencia. El negocio crece rápido de la misma manera como Digital se moviliza en el mercado.